martes, 10 de mayo de 2016

Los principios de la doctrina social de la Iglesia, y sus fundamentos y consecuencias.

La persona humana es “imagen de Dios”.

   «La naturaleza humana es creada “a imagen y semejanza” de la naturaleza divina. Pues –como la naturaleza divina– también la naturaleza humana existe, con inteligencia, voluntad, libertad, etc.
   Y la comunidad humana es creada “a imagen y semejanza” de la Comunión consustancial de las Personas Divinas. Por eso podemos decir que:
   “La imagen divina está presente en todo hombre. Resplandece en la comunión de las personas a semejanza de la unidad de las Personas Divinas entre Sí” (CCE 1702).» [1]
   En resumen: nuestra fe en un Dios que es Uno y Trino, tiene como consecuencia para el hombre que ser “imagen de Dios” tiene dos vertientes: la de cada persona tomada en particular, y la de las personas tomadas como comunidad humana.

Principio de la DSI
Fundamento bíblico
Fundamento teológico
Consecuencia ética
La persona, imagen de Dios
(CDSI III).
“Dios dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza...”
(Gn 1, 26-27).
Dios Amor: ABBÁ;
el Hijo, “Primogénito entre muchos hermanos” (Rm 8, 29);
el Espíritu de Amor y Comunión (Rm 5, 5; 2 Cor 13, 13).
Dignidad de la persona humana. Igualdad de las personas. Vocación a la fraternidad.
Bien común.[2]

“Ama a tu prójimo como a tí mismo” (Mt 22, 39).
Todos creados a imagen de Dios.
Todos hijos de un mismo Padre: fraternidad.
Destino universal de los bienes.
“Ama a tu prójimo como a tí mismo” (Mt 22, 39).
Dios Creador y Justo; y Padre de todos.
“No había ningún necesitado entre ellos”  (Hch 4, 34).
Subsidiaridad.
“...porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber...” (Mt 25, 34-36).
El amor paternal de Dios: da libertad si podemos solos,
pero ayuda si lo necesitamos.
Cuidado preferencial de las personas más necesitadas.
Participación.
“Tienen un sólo Padre, Dios... y todos ustedes son hermanos” (Mt 23, 9.8.).
El amor paternal de Dios, que ama a todos sus hijos por igual.
Comunión y participación.
Solidaridad.
“Ama a tu prójimo como a tí mismo” (Mt 22, 39).
El amor paternal de Dios; el ejemplo de Jesús; el don del Espíritu.
“No había ningún necesitado entre ellos”  (Hch 4, 34).
Verdad,  Libertad,
Justicia, Caridad.
– “Dios es Luz... Dios es Amor.” (1ª Jn 1, 5; 4, 8).
– “...donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad.” (2ª Cor 3, 17).
– “...el hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia y en la verdadera santidad” (Ef 4, 24).
La misma Trinidad Divina.[3]
Amistad social; civilización del amor;
la vida social como “casi una fiesta” (CDSI 386).



[1] Del libro Meditaciones sobre la Trinidad, Claretiana, Buenos Aires, 2005, pp. 77-78
[2] Este principio y los siguientes se encuentran en CDSI IV.
[3] «Pues la Trinidad es la realización simultánea, perfecta e infinita de todo bien y de todo valor. La Trinidad es la Sabiduría, la Bondad, la Omnipotencia, la Belleza... todo al mismo tiempo y en una sola realidad. Pues, como dice San Bernardo: “entre todas las cosas que se dicen uno, la unidad de la divina Trinidad tiene la cúspide” (San bernardo)». Del mismo libro Meditaciones..., pp. 83-84.

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